En un pueblo perdido de la provincia de Buenos Aires, muchas cosas están a punto de extinguirse. Durante la crisis económica de 2001 que desembocó en el corralito bancario, un grupo de vecinos se propone reunir el dinero necesario para llevar a cabo un proyecto que podría ser una salida de la decadencia y la pobreza. Pero en medio de la incautación general de los ahorros, sufren una estafa particular que los decide a recuperar lo perdido.
En esta novela Eduardo Sacheri narra la historia de esa merecida revancha de los perdedores, consumada en una noche legendaria y secreta que quedará en el recuerdo.
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Ambientada en un pueblo en el que “alguna vez las cosas fueron bien”, la historia habla de nuestros diciembres, nuestras crisis y nuestra idiosincrasia .
¿De dónde habrá salido ese “hagámoslo y vamos viendo” que los argentinos tenemos tan incorporado?
Como también tenemos incorporados a los ventajeros, faltaba más.
Ese cóctel da el puntapié inicial que termina con los protagonistas buscando la manera de recuperar los dólares que habían juntado para un emprendimiento y terminaron en la bóveda de uno de los conocidos del gerente del banco... el mismo que los había apurado para que los depositaran en una cuenta el día anterior a la instauración del corralito (medida por la cual no se podía retirar el dinero en moneda extranjera de las cuentas propias).
Prefiero el libro sobre la película; es tan cercano en su manera de contar, en los diálogos y en los divagues. Está tan bien representada la dinámica de los pueblos chicos; las interrelaciones, cómo cambia su geografía el trazado de los accesos, la importancia de cada puesto de trabajo.
Es gracioso por momentos, triste en otros; es muy genial… a pesar de la poca presencia femenina.
En la película ese desbalance no se nota tanto. Además de la carga dramática; uno de los personajes, Francisco Lorgio se transforma en Carmen Lorgio.
La película es muy buena y por momentos te hace reír aunque no quieras.
Tiene actores increíbles (ni hace falta que los nombre) y la recomendaría sobre el libro a los que no son de acá o no saben demasiado de nosotros.
Es que en el libro hay detalles que, para disfrutarlos, hay que tener cierta información. Por ejemplo, los peronistas se tratan de “compañero” y hay un personaje fan de Alfonsín (ex presidente radical, partido históricamente opositor) al que cada vez que lo llaman así por poco y se brota.
Para el resto, va el libro... o ambos.
Sin dudas.