Hay historias que prometen. Y cumplen. El lugar: Alaska.
Una protagonista que habla mucho sin revelar demasiado de sí misma, un protagonista que se muestra a través de sus acciones y un tercer protagonista que por momentos se roba la atención y la historia no sería la misma sin él.
Todos desaprenden lo aprendido, van dejando caer sus armaduras, se superan. Aprenden a quererse y a dejarse querer.
Hay un pelín de suspenso y descripciones (y explicaciones) justas y necesarias para disfrutar del entorno y la cultura.
Es una historia hermosa que, por lo menos mientras escribo esto, está gratis en Amazon y otros sitios. Una de esas historias para irse lejos sin salir de casa.
Ya sabemos que Amazon ofrece una gran variedad de libros gratis para quién los quiera(incluido uno de los míos) y que hay varios sitios en los que se puede acceder a los clásicos, por ejemplo en Buenos Aires Ciudad, pero no sé si sabías que Scribdtiene abierta la opción para leer su parte de su contenido hasta el 17 de abril en forma gratuita... y ahí también estoy con dos de mis historias. Si te vieras - La historia de Lucía y Contá conmigo - La historia de Belén (La historia de Lucía es más liviana que la de Belén, pero me salió así).
No te voy a contar del descanso que implica volar a otros mundos cuando este se pone muy denso (sobre todo cuando no se puede debe ir a ningún lado) porque lo sabés, pero sí darte más opciones para hacer más llevadera la cuarentena.
A quien corresponda: necesito que este libro tenga una continuación.
Gracias.
Llegué al final y quedé ¿Y entonces?
No es que termine mal, es que yo necesito finales felices con todo bien cerradito para irme a dormir tranquila; Bueh, dormir... lo que se dice dormir más en historias en las que se mezclan ficción - realidad y una realidad tan cercana a mis afectos... a quienes nunca les gustó hablar de esa época.
¡Qué dolor lo no dicho! Sobre todo cuando no se puede decir aunque se quiera; la falta de libertad de pensamiento, de acción, de culto, de idioma… de ser quién quieras ser.
La historia está contada a varias vocesque se distinguen perfectamente y la información de contexto está hilada de forma tan natural que te pone ahí. Además, cada capítulo -corto- abre con informes, manifiestos, entrevistas y/o memorandos de extranjeros que permiten la mirada real. Se nota que la autora se documentó muchísimo, (el libro incluye como diez páginas de agradecimientos y fuentes) pero no cayó en la tentación de tirar datos y más datos porque sí; cada cuestión que aborda tiene su razón de ser.
Me dolió en el pecho más de una vez mientras leía y me hubiera resultado más confortable un final "más de novela", pero quizás este sea su estilo. No recuerdo haber leído nada antes de Ruta Sepetys y es algo que pienso resolver porque me encantó su estilo sencillo (que de sencillo no tiene nada) de mostrar y trasmitir. Eso iba a ser todo por hoy, pero la realidad se impone: dónde sea que estés, tené cuidado. Tengamos cuidado. Cuidándote vos, protegés al resto... y eso también te protege. Sl2! Esto también pasará.
“El lenguajes es político, es decir, es una construcción humana.. En todas nuestras construcciones subyace una ideología".
No sé muy bien qué esperaba encontrar al empezar a leer este libro, pero encontré muchas cosas que no esperaba.
Nunca me había planteado por qué para abarcar a hombres y mujeres se usa el masculino: pues resulta que, según La nueva gramática de la lengua española el masculino es el género no marcado (probablemente porque de los casi quinientos miembros de la RAE solo once son mujeres y la mayoría entró en los últimos años).
Y también resulta que nombrar diferenciando hombres de mujeres es caer en una redundancia (que atenta contra la economía del lenguaje) pero los hombres no son iguales a las mujeres... ni a las personas transgéneros (el término ni siquiera existen en el diccionario de la RAE).
"No nombrar a la mitad de la sociedad perpetúa discriminaciones".
El libro, además, incluye cantidad de planteos interesantes:
-si la a está antes de la o en el diccionario, ¿por qué primero se nombra en masculino y después en femenino? cazado - da.
-si el genérico masculino incluye el femenino… por qué el apuro en distinguir del genérico femenino a los masculinos (pone como ejemplo palabras que la RAE incluyó de oficio modisto, enfermero, cocinero, etc) y la resistencia de incluir ciertas profesiones en femenino (por ejemplo, la palabra médica estuvo fuera del diccionario durante años y volvió a incluirse en 2014 O.o).
-la forma en la que están escritas las definiciones; la connotación negativa de algunas palabra duales(perra y perro, por ejemplo), la connotación positiva de algunas en masculino (gallardía) y negativa en femenino (ninfomanía que puede variar a ninfómana, pero no a ninfómano) :/
Y Tanto más.
No es que la RAE me pareciera incuestionable, sobre todo después eliminar del diccionario abrazado, pilluelo y pegaso entre otras tantísimas palabras e incluir almóndiga y otubre. Es más, la escritora dice que, si el uso habitual es lo que determina la inclusión, en cualquier momento van a aceptar fuisteS, visteS y otras de esas que hacen que el ojo me titile.
La verdad es que hasta no leer el libro no me había interpelado la generalización general... aunque más de una vez me pregunté en qué momento me di cuenta de que la ley Saenz Peña; esa que establecía que el voto en Argentina era secreto, obligatorio y universal no era tan universal como había supuesto en un principio.
"El hombre, salvo excepciones, está incluido siempre. La mujer tiene que deducirlo".
Es un buen llamado de atención y da pautas para escribir en lenguaje inclusivo.
-El alumnado en vez de los alumnos.
-La humanidad o las personas en vez de los hombres.
-La ciudadanía en vez de los ciudadanos.
-Quienes... (ejercen la medicina, por ejemplo) en vez de los médicos.
-La mayoría en vez de casi todos.
Y más... que se sintetiza en "escribir las frases de otra manera".
Lo diferencia del lenguaje políticamente correcto porque la idea del lenguaje inclusivo es reconocer usos comunes clasisitas, racistas, sexistas y homófobos y desechar la ambiguedad.
Confieso que me cuesta el todos y todas y me resulta natural encontrar la E... no así usarla porque siento que sobreactúo *insertar aquí emoji de encogimiento de hombros*.
Tiene sentido "ser consciente de lo que se nombra y de lo que no" .
Si toda tu infancia escuchaste "...que el arquitecto tal cosa, que los arquitectos... tal otra" las posibilidades de que internalices que podés ser eso -o lo que quieras- son menores.
Y siempre es bueno saber que podés ser lo que quieras ser.
Hoy toca hablar de libros pero me llegó un mail con una "Notificación de retiro de blog" porque alguien denunció la entrada en la que había compartido mis impresiones acerca de La última carta de amor, así que cambié de planes.
No tengo idea de cual fue el problema o elcontenido ofensivo¿? porque el blog no tiene publicidad, el link iba a Amazon (a menos que haya sido porque comenté que en Bajalivos el libro estaba más barato) y el mail tampoco dice (el link solo aclara que antes de hacer una contranotificación defendiéndome, busque asesoría legal) así que me quedaré con la duda y correré el riesgo de volver a meter la pata.
Si por el motivo que sea cierran el blog, quería decir que me encanta compartir este espacio, al que se supone que vine a hablar de mí como escritora, y decidí dejarlo en hablar de lo que tenga ganas en ese momento y contar que me encuentran en Instagram (donde también comparto contenido variado) Facebook, Twitter y Goodreads (a los que, eventualmente, les pondré ganas).
Así que... nada (o todo).
Si no me encuentran por acá y no avisé que me iba, sepan que los quise.