domingo, 26 de diciembre de 2021

Book tag - Árbol de Navidad

 



Bola roja - Un libro de romance

El chico que dibujaba constelaciones - Alice Kellen.
 
Es una especie de carta que repasa una historia de amor -y de vida- a lo largo de los años.
Es una trama sencilla, sana y tierna en la que parece que no pasa demasiado, pero pasa la vida. 
Una hermosura.

Bola naranja - Un libro independiente 
Si los monstruos no se van - Elsa García.
En dos líneas temporales, esta historia habla del amor... además de la superación personal y la aceptación.
A esta autora le gusta el drama y a mí me gusta la forma en la que lo aborda: con sentimiento, sencillez y sin golpes bajos.

Bola amarillo - Un libro fuera de la zona de confort 
Los elementales - Michael McDowell.
Es un libro de terror... ¿Tengo que decir más?


Bola verde - Un libro a publicarse 
Violeta - Isabel Allende.
Ni idea de qué va a ir (y tampoco me interesa demasiado).
Sé que ella lo escribió, una editorial lo va a publicar y yo lo voy a querer. 

Bola celeste - Un libro pendiente 
Ana la de Tejas Verdes -
 L.M. Montgomery.
No sé por qué tardé tanto en leerlo....
Sí sé que voy a seguir con el resto de la serie.
Confesión: no lo conocía antes de Blogger O.o


Bola azul - Un libro corto 
Elena sabe - Claudia Piñeiro.
Menos mal que es un libro corto porque mientras leía quería irme de la historia... aunque la historia se quedó en mí.


Bola violeta - Un libro movilizante 
Tienes que mirar - 
 Anna Starobinets.
Durísimo, frustrante,  doloroso...   y si las vivencias que  la autora comparte en este libro no fueran lo suficientemente desgarradoras por sí mismas; cuando lo terminé, googleé el nombre del marido.

La estrella - La mejor lectura del año
Las señoritas - Laura Ramos.
Qué difícil fue elegir una, pero este libro fue más de lo que esperaba (y esperaba un montón).
Había leído algo sobre las maestras que Sarmiento había importado desde Estados Unidos, pero encontrarlas así, con sus nombres, apellidos y circunstancias Me encantó.


Y eso es todo por ahora.
Llegamos hasta acá... así que más que felicidades nos voy a decir ¡Felicitaciones!

Hasta el año que viene.

domingo, 19 de diciembre de 2021

De a tres. Hoy: tres que tienen más cosas en común que las que cualquiera supondría

Estas historias son de autores que descubrí este año y -quiero leer más-  tienen personajes que te dan ganas de abrazar, un profesional haciendo bien su trabajo; están contadas a más de una voz, comparten temas, comparten tono.

Son historias que me emocionaron… y si sigo pensando, seguro se me ocurren más puntos en común. 

Diferente -Eloy Moreno

Soy la primera en defender el contar lo menos posible en las sinopsis, peeeeero… si las historias incluyen enfermedades, creo que deberían tener algún aviso: a cada quien le duele alguien y hay temas que no siempre se tiene la fortaleza (o las ganas) de encarar.
Esta historia por momentos juega al misterio al mismo tiempo que invita a reflexionar sobre  la cantidad de cosas que damos por descontadas por cotidianas. Como comentaba al principio, nombra enfermedades terminales y sus padecimientos, pero habla principalmente del amor, de la conexión, de reconocer la magia y disfrutar de los instantes.

Me gustó mucho la manera en la que está llevada, podría ser un regodeo en el dolor y no lo es. Es sencilla y claro que duele y emociona, pero detrás está la esperanza.
Es una historia que dudo que a alguien le resulte indiferente.

Las gratitudes - Delphine de Vigan

Empieza por el final y sigue por el inicio de ese “soltar amarras”.
¡Cuánto se puede decir con poco! Sencillo y al punto, emociona y duele desde lo entreverado, desde lo dicho y desde lo que se quiere decir.
Habla de la importancia de las palabras, de agradecer, de perdonar; de la dificultad y de la necesidad de expresarse… de la diferencia que hace en las vidas de unas personas la existencia de otras. De cerrar historias y comenzar otras.
De agradecer.
Sobre todo, de agradecer.

Un hijo -Alejandro Palomas

Hay historias que develan contenido por la manera en la que están contadas.
Acá hay ternura y hay dolor.

Hay un niño que quiere ser Mary Poppins. Que pide ayuda al tiempo que quiere ayudar y hay adultos que (pueden o no) ayudarlo.

Hay un deseo y un objetivo que es más importante que el miedo.

Y hay una verdad que se presume casi desde el principio pero igual emociona al develarse.

Y eso.

domingo, 12 de diciembre de 2021

Servicio a la comunidad (o algo así)


No sé en los últimos tiempos, pero durante años y años Horacio Quiroga (escritor uruguayo afincado en Argentina) fue lectura escolar obligatoria... cuestión que el señor escribió cuentos que ayudaron a traumar a parte de América Latina porque algunos de ellos eran de terror.

Como esta cuenta también es de divulgación¿? dejo por aquí el enlace a  👉Cuentos de amor de locura y de muerte que se publicó en 1917 así que es de dominio público.

Son varios cuentos, pero el tiempo es tirano, así que dejo el enlace al que, creo, es recordado por la mayoría de las personas que los leímos (y a mí me causa escalofríos porque 
La gallina degollada me causa pena): 

De nada.

domingo, 5 de diciembre de 2021

De a tres. Hoy: tres con frases subrayables

Si fuera de las que subrayan, estas historias estarían subrayadas… pero no lo soy (solo copio algunas frases y las pego por aquí y por allí).


84, Charing Cross Road - Helene Hanff


El libro es la compilación de la correspondencia que durante veinte años mantuvieron una señora tiquismiquis de EEUU e ingleses muy  ingleses.

La señora tiquismiquis es la escritora Helene Hanff y los ingleses muy ingleses Frank Doel y otros empleados de una librería situada en la dirección que menciona el título.

Ellos empiezan coordinando pedidos, entregas, pagos y terminan forjando un vínculo.

El formato epistolar no es el más habitual y podría ser limitante, pero la elección de cartas permite ver, además de la idiosincrasia,  el crecimiento de la relación.

Personalidades peculiares, sentido del humor, generosidad y empatía se desprenden de estas páginas (Además de amor a los libros, faltaba más).

Es de esas historias que provocan sonrisas  y son un recordatorio de que postergar la  concreción de nuestros deseos no suele ser una buena idea.

"Si vuestros libros costaran lo que valen, yo no podría permitirme comprarlos".

"Va contra mis principios comprar un libro que no he leído previamente: es como comprar un vestido sin probártelo".

"Me encantan esos libros de segunda mano que se abren por aquella página que su anterior propietario leía más a menudo. El día en que me llegó el ejemplar de Hazlitt, se abrió por una página en la que leí: «Detesto leer libros nuevos.» Y saludé como a un camarada a quienquiera que lo hubiera poseído antes que yo".



Malaherba - Manuel Jabois 

Y ahí va Mister Tamburino ¿cómo se haría llamar en ese momento? repasando a los quince años sus memorias de los diez.

Arranca con el primer día de clases al que no puede asistir porque el padre se descompensa y desde ahí la historia es un subibaja que enlaza la Galicia de los ochentas/noventas con el autodescubrimiento y el descubrimiento del mundo: quién es, quiénes son los que lo rodean. Una mezcla de lo que le pasa, de lo que le pasó, de lo que sabe, lo que cree saber, de lo que calla, de lo que siente… A veces directo, a veces tierno, a veces gracioso (pero no desde la carcajada, sino de la cercanía y también desde la incomodidad) en la descripción de sensaciones y sentimientos creo que está el punto fuerte de esta historia.

"El daño es como un tumor: si uno lo identifica pronto y lo ataca quizá pueda salvarse, pero si no lo reconoce y sigue como si nada, cuando se dé cuenta ya es tarde para cualquier cosa. Es como meterse dentro de una hoguera; si no sientes calor, habrá un momento que incluso puedas sentir gusto, quizá en el momento justo antes de arder". 

"Lo peor es que te pasan cosas cuando eres niño que tú no sabes qué son, y cuando te lo dicen ya no te queda odio, sólo una pena enorme. Y bien sabe Dios que es más peligrosa la pena que el odio, porque el odio puede destruir lo que odias, pero la pena lo destruye todo".  

"Pasamos mucho tiempo pensando en la gente que nos hace reír, y elegimos estar siempre con ellos, pero nadie se da cuenta de que eso es muy egoísta: la gente no sólo tiene que hacerte reír a ti, tú también deberías hacer reír a los demás".




La buena suerte - Rosa Montero

No leí la sinopsis y creo que fue lo mejor porque cuando la leí después descubrí que, para mi gusto, cuenta demasiado... igual me encanta ese "la suerte sólo es buena si decidimos que lo sea" del final.
Si tuviera que sintetizar esta historia, contando sin contar, lo haría destacando que es un encuentro de soledades aderezada con datos fácticos, un poco de suspenso y una trama que es mejor no saber para dónde va a disparar.

Aunque no debería, me resisto a la idea de leer como escritora recordatorio hacer una entrada sobre esto, pero reconozco que esta historia es ideal para una lectura de esas porque tiene personajes claramente delineados y es un ejemplo de cómo introducir pistas y despistar al mismo tiempo.

"No hay nada que envejezca tan deprisa como el amor mal amado".

"Qué injusto que los humanos estemos tan llenos de grandiosos afanes y que luego la realidad sea tan chiquita".

"La alegría es un hábito".



domingo, 28 de noviembre de 2021

domingo, 21 de noviembre de 2021

Los elementales - Michael McDowell

 

Los elementales - Michael McDowell
Después de un extraño incidente en el funeral de la matriarca Marian, las familias McCray y Savage esperan un tranquilo verano en la costa del golfo de Alabama, donde tres antiguas casas victorianas se elevan en la soledad de una playa abrasadora. Dos de las casas son habitables, mientras que la tercera está siendo invadida por la arena: entre sus paredes, algo desconocido se encuentra al acecho. Algo que ha atemorizado a varios miembros de la familia y que aún los persigue en pesadillas. Algo atroz que parece listo para atacar de nuevo…
Consagrado por sus guiones para Tim Burton, Beetlejuice y El extraño mundo de Jack, Michael McDowell ha sido hoy redescubierto: la exhibición de sus linajes literarios lo sitúan, junto a Flannery O’Connor, Carson McCullers y Tennessee Williams, como una de las más eminentes voces del gótico sureño. Los Elementales, novela de culto en los Estados Unidos, amalgama de un modo magistral una sólida construcción de los personajes (entre los cuales, el clima y el paisaje de Beldame son grandes protagonistas), un portentoso registro de la ironía y una trama inolvidable. Pero lo verdaderamente milagroso, aquello indecible, resulta ser el estilo. McDowell demuestra un talento sobrenatural para los diálogos; su imaginación vertiginosa aparece sabiamente balanceada por una metódica y paciente artesanía narrativa.
Admirada como joya del terror, Los Elementales es también considerada una obra maestra en la tradición de las novelas de casas encantadas, y un prodigio de la literatura gótica. Un triple tesoro que la vuelve deslumbrante.

“El terror nocturno era comprensible, ¿pero cómo calificar a un hombre cuyos miedos persistían después de la salida del sol?” se pregunta, Dauphin, uno de los protagonistas.

En el contexto de esta historia, yo lo calificaría como una persona muy perceptiva porque no solo la noche puede ser terrorífica que es lo que cualquiera esperaría. De hecho, Mariana Enriquez dice en el prólogo que “al terror le gusta encontrarnos donde nos creíamos casi invulnerables” por eso es que muchas de historias del género transcurren en casas que -se suponen-  tienen que ser un lugar seguro.

Acá hay una casa que es de todo menos segura, un clima denso, unos personajes que se vinculan de una manera bastante particular… Y terror, claro.

Me cruzaba con Los elementales cada dos por tres y me daba mucha curiosidad, así que consulté a mis fuentes ¿? y me dijeron que sí, que iba a resultarme tolerable (no me mintieron).
Podría decir que no soy fan del terror y me quedaría corta igual si dijera que no me gusta nada porque no me gusta nada, pero muy, muY, mUY, MUY de vez en cuando me tiento y pruebo y mientras leo me pregunto con qué necesidad.

En un principio Los elementales es más bien gótico con unos toques asquerositos mezclados con cierto humor que aliviana las sensaciones feas.
El tema es que a medida que la historia avanza, el clima se pone más opresivo (y caluroso), lo oculto empieza a develarse,  la acción vira hacia el terror propiamente dicho y llega el momento ¿con qué necesidad?
La historia es muy genial y, para quienes somos aprensivos, bastante tolerable. Prueba de esto es que no soñé puede que me jugara a favor el insomnio…  Igual esperé que fuera  de día para enfrentar la última parte tan valiente no soy

Si alguien quiere leer -de manera legal- esta historia, y tantas más, le dejo 👉esta invitación para sesenta días de lecturas gratis en Scribd.

domingo, 14 de noviembre de 2021

Tres pequeñas mentiras - Laura Marshall

Tres pequeñas mentiras - Laura Marshall
Diez años atrás, un horrible acontecimiento sacudió sus vidas, pero no destruyó su amistad. Ahora, Ellen y Sasha comparten piso en Londres, todavía unidas por lo que ocurrió en el pasado. Pero, de repente, un día, Sasha no vuelve a casa. Siguiendo su instinto, Ellen inicia la búsqueda de su amiga, y pronto descubre que quizá no conocía a Sasha tanto como pensaba. Quizá todos estos años, Sasha no haya hecho más que fingir. Cuantos más secretos descubre, más corre peligro su vida. Porque alguien la observa. Alguien que hará todo lo posible para que el pasado quede enterrado para siempre.


No sentí que Tres pequeñas mentiras que de pequeñas poco y nada fuera una historia especialmente adictiva o sorprendente y, aun así, me enganchó.

En dos líneas de tiempo pasado/presente, la mayoría de los capítulos los narra Ellen en primera persona, intercalados con el punto de vista de otros dos personajes.
Desde el principio expone que años atrás pasó algo y hubo un juicio (con un culpable) y también que hay una mujer desaparecida por la que solo se preocupa la que se considera su mejor amiga. 

De esta  historia el cómo está hilada me gustó más que el qué pasa
Mi sensación es que la historia da vueltas sobre los mismos temas y no pasa demasiado (igual ese no sería mi pero. Si tengo que poner uno es que, en parte, el final ¿la parte feliz? no sentí que cerrara con moño).
Creo que es el ritmo, la forma en la que se presentan algunas situaciones y las personalidades de los personajes lo que la hace interesante: eso de dudar; no querer ver, saber o escuchar porque los sentimientos o el encandilamiento ciega… (hasta que la realidad no te deja más opción que abrir los ojos) habilita un juego que suma mucho a la trama.

Con los thrillers, creo, pasa algo curioso: 
Si el desenlace nos sorprende, andá a encontrar a esta altura algo que nos sorprenda lo valoramos... pero también lo hacemos si coincide con nuestras deducciones (el orgullo pesa). Siempre que ese desenlace no sea obvio ni tirado de los pelos, claro.
Este no es el caso porque, en general, está bien hilado.
Y me gustó.

domingo, 7 de noviembre de 2021

De la coma vocativa y Chespirito

Existen diferentes tipos de comas, por ejemplo:

las enumerativas que  se usan para enumerar -lo que sea-, las explicativas que se usan para interrumpir la oración con alguna explicación, las elípticas que se usan al omitir el verbo, las apositivas que se usan para aclarar algo sobre el sujeto y las vocativas que son las protagonistas de la entrada de hoy.

Estas comas se usan para indicar que la oración se dirige a alguien.

No es lo mismo

—Sentate en esta silla, hermosa. 💬Una invitación dirigida directamente a alguien y denota cierta confianza. 

—Sentate en esta silla hermosa. 💬La silla, se supone,  es hermosa; la persona a sentarse... andá a saber igual la belleza está en el ojo de quien mira.


Sabiendo esto.

¡Cuánto más lógico resulta este chiste de Chespirito!





Como siempre que publico este tipo de entradas, pido disculpas por la llaneza y les cuento, a quienes no sepan, que Chespirito fue parte de la infancia de varias generaciones de latinoamericanos.
El sketch más conocido de su programa era El Chavo del 8, que ni de chica podía ver porque me daba lástima; pero tenía varios más protagonizados por el Dr Chapatín, el Chompiras y el Botija, el Chapulín colorado y, los Chifladitos, Lucas y Chaparrón.

domingo, 31 de octubre de 2021

El chico que dibujaba constelaciones - Alice Kellen

El chico que dibujaba constelaciones - Alice Kellen













Esta es una historia de amor, de sueños y de vida. La de Valentina. La chica que no sabía que tenía el mundo a sus pies, la que creció y empezó a pensar en imposibles. La que cazaba estrellas, la que anhelaba más, la que tropezó con él. Con Gabriel. El chico que dibujaba constelaciones, el valiente e idealista, el que confió en las palabras «para siempre», y creó los pilares que terminaron sosteniendo el pasado, el ahora, lo que fueron y los recuerdos que se convertirán en polvo.
Una estrella por cada instante importante. Una marca que solo tú y yo sepamos descifrar. Serán las constelaciones de nuestra vida.

Cierro esta edición del #leoautorasoct con la relectura de El chico que dibujaba constelaciones. La leí hace años en su versión autopublicada y ahora también existe la edición editorial publicada por Planeta (Por eso las dos portadas).

Esta, probablemente, sea mi tipo de historia favorita en lo general y mi historia favorita de Alice Kellen en lo particular.

En lo general porque es una de esas que parecen historias chiquitas en las que no pasa demasiado… pero pasa una vida.
Me encanta la idea de que cualquier vida tiene algo digno de ser contado; depende de cada quien elegir qué destacar y de qué manera hacerlo.
En lo particular porque esta historia está contada de una manera cercana y dulce.
Es una especie de carta que repasa una historia de amor -y de vida- a lo largo de los años con los vaivenes, las penas, las alegrías, los tiempos y los destiempos que tiene cualquier relación, pero enfocada en que lo bueno se festeja y de lo malo también se aprende. Que los mundos chiquitos pueden expandirse y que crecer como persona abre un mundo de posibilidades y que ser cómplice y motor es amor.
Todo se resume en que me parece una historia muy, muy hermosa.

Cierro conforme el #leoautorasoct de este año, sobre todo porque compartí varias autoras argentinas el sur también existe. Además tuve descubrimientos interesantes y releí historias que me gustaron mucho en su momento buscando ese ¿confort? que dan las autoras que disfruto… La mejor parte es que no me defraudaron.

domingo, 24 de octubre de 2021

De a tres. Hoy: tres con Corazón

Salvar un corazón - María Laura Gambero 

Casi no paso del prólogo. Casi.

No por el contenido -controvertido para un primer contacto entre protagonistas de una novela romántica- sino porque el sentido de la vista era el principal para hilarlo y no es el que prefiero. Igual decidí seguir un poco más y resultó bien: al entrar de lleno en  la historia cambió la manera de narrar, aunque al volver a escenarios similares a los del principio se retomaba el recurso (o por lo menos esas veces fueron las que lo noté, entretenida con la trama).

La trama tiene secretos, un poco de suspenso, acción y personajes potentes enfrentando retos complicados; a esto se sumó mi curiosidad por saber cómo se iba a resolver EL temita del principio. Desde el vamos sabía que Gimena, la protagonista, iba a perdonar a Mirko, pero no sabía sí él iba a hacer lo suficiente para redimirse. En términos generales, EL temita se resolvió de manera aceptable... en términos particulares teniendo en cuenta mis problemitas para perdonar no estoy tan segura.


Golpéate el corazón - Amélie Nothomb

Parezco disco rayado con eso de que los vínculos nos marcan, pero realmente creo que es así (que después se pueda trabajar sobre ellos y, ojalá, aprender a querer sanamente -y 
dejarse ser querer- y no repetir es otra cosa).
Creo que el acierto de esta historia es la manera ¿despreocupada? ¿leve? ¿superficial? En la que se describen las relaciones tóxicas que  trae.
La protagonista es Diana y la historia comienza con Marie, su madre, una mujer narcisista que la rechaza.
De ahí, para arriba o para abajo vemos por qué Diana es cómo es, toma las decisiones que toma, se vincula con la gente que se vincula y acepta lo que acepta.

La historia es corta y menos mal porque resulta agotadora a pesar de la velocidad y el tono, al mismo que reveladora y al terminar te queda esa sensación de …y sí ¿por qué no?


Por último, el corazón - Margaret Atwood

Si con las otras dos historias hice malabares para contar sin contar, con esta estoy manejando aros de fuego porque se necesita un contexto... y, a la vez, entrar a la historia sabiendo lo menos posible porque esta distopia es un delirio in crescendo.
Stan y Charmaine están viviendo en su auto sin perspectivas de un futuro mejor y deciden formar parte de un experimento social en el cual pasan un mes juntos, viviendo una vida de clase media, y un mes presos(y separados), produciendo mientras otra pareja ocupa su casa y entonces...

Entonces la trama da vueltas y más vueltas y me encontré leyendo para saber qué más iba a pasar porque nada de lo que pasaba era algo que pudiera esperar... si busco una referencia para explicarme mejor, diría fue parecido a lo que sentí mientras leía 1984 que también agarra para cualquier lado.
Todavía no sé si me gustó, solo sé que me resultó sorprendente.





domingo, 17 de octubre de 2021

De a tres. Hoy: tres poesías

Me la paso diciendo que no soy muy de poesía probablemente por mi poco cariño a los adjetivos y la obsesión porque todo rime, pero hay poesías -y poetas- que me gustan mucho.



Rescate


De: El viento comenzó a mecer la hierba










Rubor



Estas poesías, entre otras cosas, también están publicadas en mi perfil de Instagram 👉Carol Besada (@carolbesada) 

Si me seguís, avisame y te sigo de vuelta.



domingo, 10 de octubre de 2021

De a tres. Hoy: tres por dos





Primer
Sara Holland: Everless - Evermore 
Tenemos una historia de fantasía en un entorno medieval eso ahorra muchas explicaciones en el que la moneda de cambio es el tiempo. La sangre que se extrae -años de vida- se transforma en monedas de hierro. Si tenés muchas, sos rico y si no… vivís pocos años.
Esta situación es producto de un evento del pasado que se cuenta en leyendas y está vinculado con Jules, la protagonista.
Ella está dispuesta a hacer lo que sea para conseguir tiempo/dinero; por ejemplo, ir a trabajar al castillo del que fue desterrada en la infancia junto a su padre, el herrero del castillo, que siempre le recomendó que se mantuviera alejada de ese lugar y de las personas que lo habitan.
No voy a dar detalles de qué pasa a partir de ahí (recordemos que estas entradas intentan ser libres de spoilers), solo decir que ella no es de esas heroínas que todo saben y todo resuelven que tantas veces critiqué, así que no voy a quejarme por quien la desasna sino que las cosas le pasan y en un punto eso me pareció refrescante.
Entonces el primer libro de la bilogía termina y empieza el segundo para que siga libre de spoilers, te sugeriría que no entres al link que lleva a la sinopsis, Acá ella ya sabe por qué le pasa lo que le pasa… pero igual se distrae.
No puedo contar demasiado sobre el personaje que más me gustó de esta continuación porque le quitaría la mitad del suspenso a la trama; Solo decir que hay idas y vueltas en el tiempo que van atando los cabos que habían quedado sueltos, un poco de acción y un final redondo que le pone moñito a estas historias que yo, que muy de fantasía no soy, disfruté.





Gabriela Margall: Si encuentro tu nombre en el fuego - Con solo nombrarte
Ya comenté lo mucho que me gusta el estilo de Gabriela Margall: el tono, las capas, el sentido del humor y su capacidad para compartir información suficiente del contexto histórico para entender, pero no demasiada para abrumar.
Los protagonistas de Si encuentro tu nombre en el fuego son Paula y Guillermo que se construyen como opuestos: ella es inocente, él está hastiado; ella es torpe, él un espía; ella va con el corazón en la mano, él va con un nombre inventado… y ya sabemos qué pasa con los opuestos, ¿no?
La protagonista de Con solo nombrarte es Jimena, la prima de Paula, y el contrapunto entre ella y Martín, el protagonista, pasa por otro lado: ambos comerciantes, él es todo lo tradicional que se puede ser y Jimena es todo lo que una mujer de la época no se supone que sea. Hasta ahí, lo habitual, ¿no?
Sí pero no. Ambas historias están ambientadas en medio de las invasiones inglesas sí, también nos invadieron y hay más acción, pero ambas comparten la ternura, los personajes entrañables, los diálogos reales, el sentido del humor y todo eso que hace que las novelas de esta autora me gusten tanto.





Delphine de Vigan: Días sin hambre - Nada se opone a la noche
Estos libros no forman parte de una bilogía o una serie, pero son autoficciones y creo que uno potencia al otro.
Días sin hambre fue publicado primero pero lo leí después de Nada… y eso me ayudó a poner en valor situaciones del pasado que acá se comentan al pasar: el libro se enfoca más en el tiempo que la autora pasó internada para recuperarse de los estragos que la anorexia provocó en su cuerpo.
Quizás por eso, o el tono despojado, o que está narrado en tercera persona (y en un principio publicado bajo seudónimo) el libro se siente un poco aséptico; eso no quita que se pueda percibir la necesidad de control, en el pasado y en el presente, la lucha diaria y el proceso de recuperación, pero sin haber leído antes Nada se opone a la noche, no hubiera sido lo mismo.
Este libro vino después y sentí que todo estaba expuesto, además de con nombres propios, de manera más cruda y yo sentí más conmovedora.
A través de fotografías, testimonios, cartas, diarios, cintas y sus propios recuerdos, Delphine de Vigan reconstruye la historia de su madre, durísima, para reconstruir su propia historia porque los vínculos nos marcan de más maneras de las que creemos.
En su caso, puede que las vivencias que relata en Días... sirvan como prueba.

domingo, 3 de octubre de 2021

De a tres. Hoy tres libros de mi infancia

Por algún lado hay que empezar y en esta primera entrada del #leoautorasoct decidí compartir libros que me marcaron en la infancia y cuyo recuerdo aún perdura.

Artemito y la princesa - Marjorie Torrey

Como soy la menor de cuatro hermanas (hasta ahí el parecido con las March), varias de mis lecturas de la infancia provinieron de los restos de sus colecciones Kapelusz y Robin Hood. Una de ellas fue este libro que cuenta la historia de Artemito, un dragón con un nombre larguísimo que vivía en un bosque con sus padres,  así que  se sentía muy solito y aburrido; entonces  un día empezó a caminar, caminar y trepar hasta que llegó a una montaña en la que vivía un rey, una reina, un suegro, una cocinera, un par de escuderos  y una princesa que se llamaba Pandy que también estaba muy solita y aburrida.

Cuestión que se hicieron amigos y todo transcurría en armonía hasta que apareció un primo de la princesa que, además de ser un horror de nenito, era príncipe.

Me dan miedo un montón de cosas -reales e imaginarias- pero siempre que veo un dragón, me da un poco de ternura y de esto hago responsable a este libro que arruinó cualquier posibilidad de temerle a los dragones pero no me ayudó a pensar que los príncipes pueden ser horrendos.


Papaito Piernas largas - Jean Webster


Recuerdo haber comprado este libro en Avon con “mi plata” (detalle: mi mamá era quien vendía Avon y muy probablemente quien me  había dado la plata. Detalle).

Esta es una novela epistolar de una sola vía en la que a Jerusha, una huérfana que vive en un orfanato, un benefactor anónimo le otorga una beca para ir a la Universidad y convertirse en escritora. A cambio, ella tiene que escribirle todos los meses contándole sus avances en los estudios… pero termina contándole mucho más que eso. 

¿Por qué digo que es de una sola vía? Porque desde el principio se le aclara que este benefactor nunca va a responder sus cartas ni va a decirle quién es. La única referencia que ella tiene de él es que él es alto y...

Este es el primer registro que tengo de un giro inesperado (giro inesperado que nunca vi venir bendita inocencia).


El libro de los chicos enamorados -Elsa Bonermann

No recuerdo cómo fue que este libro de poemas llegó a mis manos… pero creo que es el responsable de mi obsesión porque todo rime.

De girasoles y giralunas

Los girasoles de día

son –de noche— giralunas.

Son flores enamoradas:

no logra dormir ninguna.


¡Despiértate, compañero!

¡Míralas pasear en coche

por los callados senderos,

teñidas de pura noche,

todas con blancos sombreros!


Levántate, di que sí,

y entre las flores abiertas

me verás pasar a mí...

Yo también estoy despierta

de tanto pensar en ti.

De girasoles y giralunas Los girasoles de día son –de noche— giralunas. Son flores enamoradas: no logra dormir ninguna. ¡Despiértate, compañero! ¡Míralas pasear en coche por los callados senderos, teñidas de pura noche, todas con blancos sombreros! Levántate, di que sí, y entre las flores abiertas me verás pasar a mí... Yo también estoy despierta de tanto pensar en ti. Girasolera de día; de noche, giralunera. Gira el sueño por el aire... No lo atrapo, aunque quisiera.