domingo, 30 de mayo de 2021
El infinito en un junco - Irene Vallejo
domingo, 23 de mayo de 2021
Recordemos que esta es mi cuenta de autora
Algunos años atrás venía en una seguidilla de lecturas en las que ellos eran (cuanto menos) jodidos, millonarios y ellas… ellas eran perfectas.
Escribo desde siempre: diarios, notas, microrrelatos, gacetillas, etc. poesía no porque me obsesiona que todo rime y no me simpatizan los adjetivos pero nunca me había animado con una novela.
Hasta ese momento.
Antes de decidir de qué iba la historia, sabía que mi protagonista tenía que ser una mujer común.
Así nació Lucía. Ella parecía conforme con su vida y con su trabajo; no quería tener hijos y eso no iba a cambiar con la aparición de él.
Él tenía que ser esencialmente bueno y de ahí se vería.
Entonces apareció Pedro con sus ojos grises y su manera de contenerla y alentarla.
Belén fue la causa del encuentro entre ellos... porque Lucía tenía amigas que no estaban ahí solo para poner el oído, pero me resultaba demasiado complicado hilar todas las historias en simultáneo y decidí hacerlo de a una a la vez (me queda por publicar La historia de Anabella).
La siguiente que publiqué fue La historia de Belén. Fue difícil de escribir porque cada tanto me iba al lado oscuro y la idea era mantener las cosas sencillas, pero tampoco quería tratar de manera liviana un tema serio.
Necesitaba el equilibrio que le dio Cristian con su estilo directo… que también sirvió para que Belén saliera de su zona de confort.
Con Marisol, disfruté. Tengo debilidad es por las historias de amor-odio y la de Marisol lo era… aunque Julián la quería desde siempre (además me di el gusto de incluir un gato).
Y llegó el turno de Daniela.
Yo sabía por dónde quería que fuera su historia, pero no hubo caso porque ella quería otra cosa.
Confieso que varias veces pensé en deshacerme del personaje molesto que no nos dejaba avanzar, pero no lo hice. Más allá de que implicaba rendirme, me faltan herramientas para hacerlo con gracia y sentimiento… aunque él todavía sigue sin caerme del todo bien (quienes me conocen dicen que es porque tengo problemas para perdonar).
Que esa historia no avanzara me llevó a publicar La historia de Lucía: cada vez que me empantanaba con Daniela, volvía a revisar las otras historias que tenía escritas y no lidiaba con esa; pero si publicaba, ya no podía seguir editando/toqueteando el resto.
Y publiqué.
Cuando me paré a pensarlo, me pareció un montón que alguien pagara porque yo no sabía qué hacer con una de mis protagonistas, así que decidí que Si te vieras fuera gratuita.
Es que, además, escribo en argentino y no todo el mundo está acostumbrado a nuestra manera de conjugar.
¿Algo más?
Sí, decir gracias.
En la semana festejé que Si te vieras - La historia de Lucía llegó a las 100 valoraciones en Amazon y revisando el resto de las plataformas…
¡Son más de 300!
Sé que la historia tiene miles de descargas, pero esas valoraciones son la confirmación de que el universo que inventé formó, por un rato, parte de la vida de tantas personas.
Y eso me emociona.
Y Gracias.
Si te vieras - La historia de Lucía está GRATIS en Amazon (.com) (.es) (.mx) etc. También en Kobo, Itunes, Scribd, Smashwords y más.
Contá conmigo - La historia de Belén está disponible en Amazon, Kobo, Itunes, etc.
La Propuesta - La historia de Marisol está disponible en Amazon y GRATIS con Kindle Unlimited.
¿Y ahora? - La historia de Daniela está disponible en Amazon y GRATIS con Kindle Unlimited.
Son historias autoconclusivas que comparten escenarios y personajes y eso las haría parte de una serie… pero nunca se me ocurrió qué nombre ponerle.
Si les das una oportunidad, espero que las disfrutes.
domingo, 16 de mayo de 2021
De a tres. Hoy: tres de acá
A cualquiera que se haya preguntado alguna vez por qué las entradas a veces empiezan con De… (lo que sea) le cuento que la bajada del título del blog en mi mente, por lo menos es De todo un poco, y por eso esto de De (esto y aquello).
En esa línea se me ocurrió compartir impresiones sobre tres historias que están relacionadas de alguna manera: trama, autores, títulos, etc.
Arranco la sección con tres de acá.
Estas historias tienen en común que transcurren en Argentina y, además, fueron escritas por gente que no me deja indiferente.
(El título va al perfil en Goodreads).
Hay algo en su forma que me conmueve.
En esta historia escribe Andrea.
Dolorosa, cercana, entreverada con relatos, nos muestra las cicatrices de callar.
Habla de personas que la mayor parte del tiempo son invisibles y de cómo lo invisible (que marca más que el cuerpo) se revela y se rebela.
"El papel también oye, pero no juzga, por eso escribimos".
Creo que esta autora te envuelve desde la incomodidad.
En esta historia somos testigos del día en el que Elena va a pedir ayuda para investigar la muerte de su hija (iba a escribir que la acompañamos, pero no podemos hacer nada por ella, más que ser testigos incómodos de ese día
Con una protagonista que sale de lo habitual, esta historia resulta durísima.
En parte querés leer porque te atrapa y también querés leer para salir de ahí.
Cuestión que la historia es corta y se termina, pero el desasosiego que causa no se va tan fácil.
“A veces, Elena ahora sabe, la voluntad no alcanza. Rita también lo terminó sabiendo, cree, si es que en aquel lugar adonde fue a parar, aquel donde acabaremos todos, uno por fin sabe”.
Eduardo Sacheri - Ser feliz era esto
Conocemos a Lucas a través de la mirada de Sofía y también qué siente Sofía, qué piensa, qué dice y también lo que calla y anhela.
Me encanta el estilo de Sacheri.
Es cercano; sin florituras ni maniobras para sacarte la lágrima (que te la saca igual) o la sonrisa o lo que sea… y de vez en cuando aparecen unas líneas que se parecen a la poesía.
Y me encanta.
(Edgardo) “Tiene los brazos cruzados. Como Sofía podrá comprobar en breve, siempre los tiene así. Cuando habla, cuando espera clientes en el kiosco, cuando camina. Ahora, mientras juega, para mover una pieza estira la mano, hace el movimiento y vuelve a cruzarse de brazos, como si ese fuera un nido en el que viven sus manos”.
domingo, 9 de mayo de 2021
De Esperando la carroza, dichos y acciones
Esperando la carroza es un clásico del cine argentino que podés encontrar en Youtube arranca con una abuela de la que nadie se quiere hacer cargo.
Tiene fans que organizan tours por el barrio en el que se filmó la película, pueden recitar de memoria los diálogos y también tiene varias frases célebres que son repetidas hasta por personas que nunca la vieron:
“Yo hago puchero, ella hace puchero. Yo hago ravioles, ella hace ravioles”.
“¿Falluta, yo?”
“Miralo vos al pelot..”
"¿Adónde está mi amiga?"
“Tres empanadas...”.
Esta frase se suele usar para resaltar la escasez en alguna situación, peeeeero… cuando Brandoni se sienta en su auto y dice “¡Qué miseria! (...) tres empanadas que le sobraron de ayer para dos personas, che”... tiene en la mano una de las empanadas en cuestión.
domingo, 2 de mayo de 2021
Flores en la tormenta - Laura Kinsale