Este mes tengo la intención de compartir historias en las que las mujeres, a mi parecer, son los personajes más fuertes.
La entrada de hoy es un recuento de mis impresiones sobre historias de institutrices e incluyen, en mayor o menor medida, romance.
"Sabemos" lo importante que resulta que las mujeres conserven sin mácula su buen nombre y honor en general, y ni se diga cuando el propio sustento depende de eso. Paradójicamente, la vulnerabilidad se retroalimenta: cuanto mayor es, menor es el poder que se tiene para accionar frente a las malas artes de los demás.
Eso cuando protagonizan. Cuando no lo hacen, suele quedar en mayor evidencia su situación incómoda porque están en una especie de limbo: no son parte de la familia, pero tienen una posición más elevada que el resto del servicio así que tampoco terminan de cuadrar entre ellos.
Empiezo con las que, en el momento en que fueron publicadas, podrían considerarse como ficción contemporánea.
Jane Eyre - Charlotte Brontë
Pero sobre todo, triste.
Por si tenés ganas de sumarle carga emotiva: cuando murió su madre Charlotte fue enviada, junto a tres hermanas, a un internado. Dos de ellas enfermaron mientras estaban ahí y murieron tiempo después. Por ahí leí que sus vivencias en ese internado fueron las que inspiraron las de Jane en Lowood.
Triste.
Tras la máscara - Louisa May Alcott
Es un “thriller doméstico” que puesto en contexto: por la época en la que fue escrito, por la trama, la protagonista, por ser escrito por una mujer... muejeje.
Mi único meh es el final un poco rosa, pero puedo consolarme con la frase que dice: "de buenas intenciones está empedrado el camino al infierno".
Agnes Grey - Anne Brontë
Es la historia de una chica mimada que decide convertirse en institutriz (y bastante aguanta).
La historia está llena de crueldades, miserias humanas y económicas (para una persona trabajadora un reloj era un artículo de lujo, por ej.) en ese mundo limitado y limitante.
Incontable la cantidad de veces que, mientras leía, agradecí haber nacido en este siglo pasando los tres cuartos del anterior para ser más precisa, porque no me imagino qué hubiera hecho si mi realidad hubiera sido como la de Agnes... o la de otra mujer que no tenía más opción que callarse y aguantar si no quería quedarse en la calle.
Como decía al principio, todas las historias tienen romance, protagonistas fuertes y, si querés leer las sinopsis, las fotos van a Goodreads.
Ahora vamos con las actuales:
La perla secreta - Mary Balogh
No solo porque los protagonistas se conocen cuando ella decide prostituirse vulnerabilidad que lleva a más vulnerabilidad, sino porque en la época en la que novela fue escrita la falta de consentimiento y un poco de maltrato no estaban tan mal vistos si la historia terminaba bien O.o
Esta historia es triste, dulce por momentos y soporta una relectura con los ojos de hoy (que no es poco).
Una noche inolvidable - Julia Quinn
Esta es la segunda novela de los Smythe Smith. Esta serie es mi favorita de Julia Quinn, tiene los mejores diálogos, esas escenas graciosas y… ojalá no la agarre Shonda y la modernice.
Esposa por la mañana - Lisa Kleypas
La protagonista ya no es institutriz sino dama de compañia y tiene secundarios geniales (hurón incluido) y fue escrita por Kleypas, qué puedo decir.
La institutriz Gabriela Margall
Del siglo XIX pasamos al XX, pero las circunstancias para las mujeres no cambiaron demasiado.
Todavía expuestas al ojo crítico, presas de sus circunstancias y en una posición vulnerable para variar.
El affaire de la institutriz - Courtney Milan
No es la historia habitual de la institutriz y el noble y eso también es un plus.
En pocas páginas tiene lo que tiene que tener excepto un título y una portada más representativa de la historia que cuenta y presenta a los personajes que van a ser fundamentales en el resto de la serie.
Por cierto, está gratis en Amazon al igual que mi primer libro (recordemos que #cuentadeautora).
Este es el recuento que me sale si tengo que nombrar, sin repetir y sin soplar, libros con institutrices.
¿Vos conocés alguno más?