De resignificar las fechas

Una de mis primas cuenta que su abuelo todos los 9 de agosto empezaba “Hoxe a estas horas" y revivía el accidente de moto que había tenido con mi tía camino  a los festejos de la virgen Peregrina que lo había dejado en coma durante semanas… y viudo.

No es el único.

Ciertas fechas también me encuentran haciendo un recuento de  las situaciones dolorosas que sucedieron ese día.

No es por olvidar (tampoco puedo), pero necesitaba resignificarlas... convertirlas en días en los que, además,   pasaba otra cosa; así que mandé a un concurso La historia de Lucía (debería pedir disculpas al jurado porque era un casi crudo que no había visto nadie hasta ese momento y salió así; tal cual estaba).

Lo más loco es que ya lo había hecho antes:  no recuerdo haber planeado de manera consciente que ese también fuera el día en el que Belén se encontraba con Cristian y ponía la rueda a girar, pero así había sido… 

Tiempo después me convencieron de mandar la historia  “mejor vestida” a otro concurso.

Esa fecha no era especial, solamente lo era el desafío.

El año pasado decidí publicar por mi cuenta y seguí hasta la semana pasada cuando solté La propuesta…

Pero esa es otra historia.