domingo, 29 de marzo de 2020

El día que dejó de nevar el Alaska - Alice Kellen


El día que dejó de nevar en Alaska - Alice Kellen
Un chico con el corazón de hielo.

Una chica que huye de sí misma.
Dos destinos que se cruzan. 
Heather cree que solo hay tres cosas que sabe hacer: atraer problemas, salir huyendo y correr. Así es como termina en Alaska, en un pequeño pueblo perdido, trabajando de camarera mientras intenta llevar una vida nueva y tranquila. Su único problema es que uno de los dueños del restaurante parece odiarla y que ella nunca antes ha conocido a nadie que despierte tanto su curiosidad. Nilak es reservado, frío y distante, pero Heather puede ver a través de todas las capas tras las que se esconde y sabe que en ocasiones hay recuerdos que pesan demasiado; como los de sus propios errores, esos que intenta dejar atrás.
Pero, a veces, la vida te da una segunda oportunidad.
La nieve empieza a derretirse.
Y todo encaja.



Hay historias que prometen.
Y cumplen.
El lugar: Alaska.
Una protagonista que habla mucho sin revelar demasiado de sí misma, un protagonista que se muestra a través de sus acciones y  un tercer protagonista que por momentos se roba la atención y la historia no sería la misma sin él.
Todos desaprenden lo aprendido, van dejando caer sus armaduras, se superan. Aprenden a quererse  y a dejarse querer.
Hay un pelín de suspenso y descripciones (y explicaciones) justas y necesarias para disfrutar del entorno y la cultura. 

Es una historia hermosa que, por lo menos mientras escribo esto, está gratis en Amazon y otros sitios. 
Una de esas historias para irse lejos sin salir de casa.

domingo, 22 de marzo de 2020

¡Libros y más libros!

Ya sabemos que Amazon ofrece una gran variedad de libros gratis para quién los quiera(incluido uno de los míos) y que hay varios sitios en los que se puede acceder a los clásicos, por ejemplo en Buenos Aires Ciudad, pero no sé si sabías que Scribd tiene abierta la opción para leer su parte de su contenido hasta el 17 de abril en forma gratuita... y ahí también estoy con dos de mis historias.
Si te vieras - La historia de Lucía y Contá conmigo - La historia de Belén (La historia de Lucía es más liviana que la de Belén, pero me salió así).


No te voy a contar del descanso que implica volar a otros mundos cuando este se pone muy denso (sobre todo cuando no se puede debe ir a ningún lado) porque lo sabés, pero sí darte más opciones para hacer más llevadera la cuarentena.


Cuidate.
Y quedate en casa.



domingo, 15 de marzo de 2020

Las fuentes del silencio - Ruta Sepetys

Las fuentes del silencio 
Madrid, 1957. Bajo la dictadura fascista del general Francisco Franco, España esconde un oscuro secreto. Mientras tanto, turistas y hombres de negocios extranjeros inundan España bajo la apariencia de sol y vino. Entre ellos se encuentra Daniel Matheson, de dieciocho años de edad, hijo de un magnate petrolero de Texas, que llega a Madrid con sus padres con la esperanza de conectarse con el país donde nació su madre a través de la lente de su cámara. La fotografía, y el destino, le presentan a Ana, cuyos obstáculos entrelazados de la familia revelan la persistencia de la Guerra Civil Española, así como las definiciones escalofriantes de la fortuna y el miedo. Las fotografías de Daniel lo dejan con preguntas incómodas en medio de sombras de peligro. Está respaldado en un rincón de decisiones para proteger a los que ama. Las vidas y los corazones chocan.


A quien corresponda: necesito que este libro tenga una continuación.
Gracias.

Llegué al final y quedé ¿Y entonces?
No es que termine mal, es que yo necesito finales felices con todo bien cerradito para irme a dormir tranquila; Bueh, dormir... lo que se dice dormir más en historias en las que se mezclan ficción - realidad y una realidad tan cercana a mis afectos... a quienes nunca les gustó hablar de esa época.
¡Qué dolor lo no dicho! Sobre todo cuando no se puede decir aunque se quiera; la falta de libertad de pensamiento, de acción, de culto, de idioma… de ser quién quieras ser.

La historia está contada a varias voces que se distinguen perfectamente y la información  de contexto está hilada de forma tan natural que te pone ahí.
Además, cada capítulo -corto- abre con informes, manifiestos, entrevistas y/o memorandos de extranjeros que permiten la mirada real.
Se nota que la autora se documentó muchísimo, (el libro incluye como diez páginas de agradecimientos y fuentes) pero no cayó en la tentación de tirar datos y más datos porque sí; cada cuestión que aborda tiene su razón de ser.

Me dolió en el pecho más de una vez mientras leía y me hubiera resultado más confortable un final "más de novela", pero quizás este sea su estilo. 
No recuerdo haber leído nada antes de Ruta Sepetys y es algo que pienso resolver porque me encantó su estilo sencillo (que de sencillo no tiene nada) de mostrar y trasmitir.

Eso iba a ser todo por hoy, pero la realidad se impone: dónde sea que estés, tené cuidado.
Tengamos cuidado.
Cuidándote vos, protegés al resto... y eso también te protege.
Sl2!
Esto también pasará.


domingo, 8 de marzo de 2020

Ni por favor ni por favora - María Martín

Ni por favor ni por favora: Cómo hablar con lenguaje inclusivo sin que se note (demasiado)  - María Martín
¿Qué es el lenguaje inclusivo? ¿Es lo mismo que el lenguaje “políticamente correcto”? ¿Cómo hablar sin dejar fuera del discurso a la mitad de la población? ¿Es nuestro lenguaje sexista? ¿Y las autoridades encargadas de darle esplendor? Las masas de hablantes no han salido a las calles para reivindicar que cambien las preposiciones, los adverbios o quiten la tilde del solo; y, sin embargo, se han cambiado y se han quitado del diccionario. Bluyín está fenomenal, cederrón es el no va más, podemos beber güisqui y comprar un suvenir siendo perfectamente correctas. Pero, ay, las mujeres tenemos que apañárnoslas para nombrarnos como podemos. Por eso, en este libro encontrarás muchas herramientas para utilizar el lenguaje inclusivo de forma sencilla y amena. Porque la solución está en la punta de la lengua


“El lenguajes es político, es decir, es una construcción humana.. En todas nuestras construcciones subyace una ideología".

No sé muy bien qué esperaba encontrar al empezar a leer este libro, pero encontré muchas cosas que no esperaba.

Nunca me había planteado por qué para abarcar a hombres y mujeres se usa el masculino: pues resulta que,  según La nueva gramática de la lengua española el masculino es el género no marcado (probablemente porque de los casi quinientos miembros de la RAE solo once son mujeres y la mayoría entró en los últimos años).
Y también resulta que nombrar diferenciando hombres de mujeres es caer en una redundancia (que atenta contra la economía del lenguaje) pero los hombres no son iguales a las mujeres... ni a las personas transgéneros (el término ni siquiera existen en el diccionario de la RAE).

"No nombrar a la mitad de la sociedad perpetúa discriminaciones".

El libro, además, incluye cantidad de planteos interesantes:
-si la a está antes de la o en el diccionario, ¿por qué primero se nombra en masculino y después en femenino? cazado - da.
-si el genérico masculino incluye el femenino… por qué el apuro en distinguir del genérico femenino a los masculinos (pone como ejemplo palabras que la RAE incluyó de oficio modisto, enfermero, cocinero, etc) y la resistencia de incluir ciertas profesiones en femenino (por ejemplo, la palabra médica estuvo fuera del diccionario durante años y volvió a incluirse en 2014 O.o).
-la forma en la que están escritas las definiciones; la connotación negativa de algunas palabra duales(perra y perro, por ejemplo), la connotación positiva de algunas en masculino (gallardía) y negativa en femenino (ninfomanía que puede variar a ninfómana, pero no a ninfómano) :/

Y Tanto más.

No es que la RAE me pareciera incuestionable, sobre todo después eliminar del diccionario abrazado, pilluelo y pegaso entre otras tantísimas palabras e incluir almóndiga y otubre. Es más, la escritora dice que, si el uso habitual es lo que determina la inclusión, en cualquier momento van a aceptar fuisteS, visteS y otras de esas que hacen que el ojo me titile.

La verdad es que hasta no leer el libro no me había interpelado la generalización general... aunque más de una vez me pregunté en qué momento me di cuenta de que la ley Saenz Peña; esa que establecía que el voto en Argentina era secreto, obligatorio y universal no era tan universal como había supuesto en un principio.

"El hombre, salvo excepciones, está incluido siempre. La mujer tiene que deducirlo".

Es un buen llamado de atención  y da pautas para escribir en lenguaje inclusivo.
-El alumnado en vez de los alumnos.
-La humanidad o las personas en vez de los hombres. 
-La ciudadanía en vez de los ciudadanos.
-Quienes... (ejercen la medicina, por ejemplo) en vez de los médicos.
-La mayoría en vez de casi todos.
Y más... que se sintetiza en "escribir las frases de otra manera".
Lo diferencia del lenguaje políticamente correcto porque la idea del lenguaje inclusivo es reconocer usos comunes clasisitas, racistas, sexistas y homófobos y desechar la ambiguedad.

Confieso que me cuesta el todos y todas y me resulta natural encontrar la E... no así usarla  porque siento que sobreactúo *insertar aquí emoji de encogimiento de hombros*.

Tiene sentido "ser consciente de lo que se nombra y de lo que no" .
Si toda tu infancia escuchaste "...que el arquitecto tal cosa, que los arquitectos...  tal otra" las posibilidades de que internalices que podés ser eso -o lo que quieras- son menores.
Y siempre es bueno saber que podés ser lo que quieras ser.
Y creerlo también.


Aunque seas mujer ;)



domingo, 1 de marzo de 2020

Sepan que los quise

Hoy toca hablar de libros pero me llegó un mail con una "Notificación de retiro de blog" porque alguien denunció la entrada en la que había compartido mis impresiones acerca de La última carta de amor, así que cambié de planes.
No tengo idea de cual fue el problema o el contenido ofensivo¿? porque el blog no tiene publicidad, el link iba a Amazon (a menos que haya sido porque comenté que en Bajalivos el libro estaba más barato) y el mail tampoco dice (el link solo aclara que antes de hacer una contranotificación defendiéndome, busque asesoría legal) así que me quedaré con la duda y correré el riesgo de volver a meter la pata.

Si por el motivo que sea cierran el blog, quería decir  que me encanta compartir este espacio, al que se supone que vine a hablar de mí como escritora, y decidí dejarlo en hablar de lo que tenga ganas en ese momento y contar que me encuentran en Instagram (donde también comparto contenido variado) Facebook, Twitter y Goodreads (a los que, eventualmente, les pondré ganas).

Así que... nada (o todo).

Si no me encuentran por acá y no avisé que me iba, sepan que los quise.